23 de julio de 2007

Mito de Teuth


A continuación presentamos el mito de Theut extraido del dialogo de Platón, Fedro. 274c-275b.


"SOCRATES: Puedo al menos contarte una tradición que viene de los antiguos, pero lo que hay de verdad en ella sólo ellos lo saben. Con todo, si por nuestras propias fuerzas pudieramos nosotros descubrirlo, ¿seguiríamos acaso preocupándonos de las opiniones humanas?


FEDRO: Es ridículo preguntarlo. Vamos cuéntame lo que afirmas haber oído.


SOCRATES: He oído contar, pues, que en Naucratis de Egipto vivió uno de los antiguos dioses de allá, aquel cuya ave sagrada es la que llaman ibis, y que el nombre del dios mismo era Theuth. Este fue el primero que inventó los números y el cálculo, la geometría y la astronomía, a más del juego de damas y los dados, también los caracteres de la escritura. Era entonces rey de todo el Egipto Thamus, cuya corte estaba en la gran ciudad de la región alta que los griegos llamaban Tebas de Egipto y cuyo dios es Amón, y Theuth vino al rey y le mostró sus artes afirmando que debían comunicarse a los demás egipcios. Thamus entonces le preguntó que utilidad tenía cada una, y a medida que su inventor las explicaba, según le parecía que lo que se decía estaba bien o mal, lo censuraba o lo elogiaba. Así fueron muchas, según se dice, las observaciones que, en ambos sentidos, hizo Thamus a Theuth sobre cada una de las artes, y sería muy largo exponerlo. Pero cuando llegó a los caracteres de la escritura: "Este conocimiento, !oh rey! -dijo Theuth-, hará más sabios a los egipcios y vigorizará su memoria: es el elixir de la memoria y de la sabiduría lo que con él se ha descubierto". Pero el rey respondió: !Oh ingeniosísimo Theuth! Una cosa es ser capaz de engendrar arte, y otra ser capaz de comprender que daño o provecho encierra para lo que de ella han de servirse, y así tú, que eres el padre de los caracteres de la escritura, por benevolencia hacia ellos, les has atribuido facultades contrarias a las que poseen. Pues este invento dará origen en las almas de quienes lo aprendan el olvido, por descuido de la memoria, ya que, fiándose a la escritura, recordarán de un modo externo, valiéndose de caracteres ajenos; no desde su propio interior y por su propio esfuerzo. Así que no es un remedio para la memoria, sino para suscitar en el recuerdo lo que es tu invento. Apariencia de sabiduría, y no sabiduria verdadera procuras a tus discípulos. Pues habiendo oído hablar de muchas cosas sin instrucción, darán la impresión de conocer muchas cosas, a pesar de ser en su mayoría unos perfectos ignorantes; y serán fastidiosos de tratar, porque se habrán convertido en sabios en su propia opinión, en lugar de sabios".


PLATON, Fedro o de la Belleza. Aguilar. Argentina. 1973. p. 110-111.

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